Por qué los routers tienen doble banda de 2.4 GHz y 5 GHz o 2 WiFi

2022-08-13 14:30:41 By : Ms. Alison Shen

Desde que se lanzó el estándar 802.11n en el año 2009, lo más normal es tener un router que utiliza simultáneamente dos bandas de frecuencias Wi-Fi para proporcionar conectividad, sin embargo, no fue hasta la salida del estándar Wi-Fi 5 cuando los operadores empezaron a proporcionar este tipo de routers que usan 2.4GHz y 5GHz a la vez. A eso también lo conocemos como la doble banda simultánea, 2 Wi-Fi e incluso la banda de 5GHz se le conoce como «WiFi Plus» ya que proporciona un mejor rendimiento inalámbrico en términos de velocidad.

Si has cambiado de router hace poco, tu proveedor de Internet te habrá suministrado uno que incluya las dos bandas de frecuencia. Generalmente, los clientes de fibra óptica de dos años para atrás tienen uno de este tipo. Un ejemplo de router de doble banda son los dos modelos HGU que proporciona Movistar a sus clientes, o el Livebox Fibra de Orange/Jazztel o los routers que proporcionan Vodafone y Grupo Masmóvil a sus clientes.

Antes de empezar, tenemos que comentar que esto no tiene nada ver con las redes móviles 2G, 3G, 4G o 5G. En algún sitio donde hay una WiFi pública, igual encuentras un cartel en el que los denominen 2.4G o 5G . Por eso queríamos aclarar ese concepto, esas G hacen referencia a la generación. Ahora mismo, en el año 2020 estamos en plena expansión del 5G o redes de quinta generación.

Sin embargo, cuando hablamos del Wi-Fi, esa G está relacionada con la frecuencia de radio. En el caso de las redes 2.4G significa que emite su señal en la banda de 2.4 Gigahercios (GHz). Luego, por otro lado, tenemos el 5G que significa que la señal funciona en la banda de 5 GHz.

A continuación, voy a explicar brevemente el estándar 802.11. Así podréis comprobar y comprender como han evolucionado nuestros routers domésticos en los últimos 20 años.

El estándar 802.11 es una familia de normas inalámbricas creada por el Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos. En este caso, sólo voy a comentar las que más se han utilizado en los routers que tenemos en nuestras casa. Vamos a hablar brevemente de los estándares 802.11 a, b, g, n, ac y ax.

La revisión 802.11a fue aprobada en 1999. Este estándar opera en la banda de 5 GHz con una velocidad máxima de 54 Mbit/s. La velocidad de datos se reduce a 48, 36, 24, 18, 12, 9 o 6 Mbit/s en caso necesario. Tiene un alcance de 20 km con radios especiales. No ha sido una norma que se haya utilizado en los routers que tenemos en casa.

La siguiente que vamos a tratar es la norma 802.11b que también fue ratificada en 1999. La velocidad máxima de transmisión es de 11 Mbps, y funciona en la banda de 2,4 GHz. En la práctica, la velocidad máxima de transmisión con este estándar es de aproximadamente 5,9 Mbit/s sobre TCP y 7,1 Mbit/s sobre UDP. Un ejemplo que algunos de vosotros podéis haber tenido en casa es el Zyxel Prestige 650.

A continuación, en junio de 2003 se aprobó el estándar de modulación: 802.11g, lo podríamos considerar como una evolución de 802.11b. Al igual que este último, opera en la banda de 2,4 GHz, pero opera a una velocidad teórica máxima de 54 Mbit/s. Sin embargo, el promedio sería de 22 Mbit/s de velocidad real de transferencia. Hay que señalar que es compatible con el estándar B y utiliza las mismas frecuencias. Un ejemplo de un router de esta categoría sería el Zyxel Prestige 660HW-D1.

El siguiente que vamos a comentar es el estándar 802.11n que fue aprobado por la IEEE el 11 de septiembre de 2009. Su velocidad máxima teórica depende del número de antenas y la modulación de amplitud en cuadradura (64QAM por defecto, 256QAM o 1024QAM), por lo que la velocidad máxima sería de hasta 1000Mbps si hacemos uso de cuatro antenas y modulación 1024QAM, ya que no han existido routers con más de cuatro antenas.

Además, puede trabajar en la banda de 2,4 GHz y en la de 5 GHz. Gracias a ello, 802.11n es compatible con dispositivos basados en todas las ediciones anteriores de Wi-Fi (a / b / g). Un ejemplo sería el router Comtrend VG 8050 que ponía Movistar con las primeras líneas de fibra óptica.

La más común actualmente es Ia normativa 802.11ac que se ratificó en julio de 2014. También conocido como WiFi 5, WiFi Gigabit o popularmente como WiFi 5G. Este estándar consiste en mejorar las tasas de transferencia hasta 433 Mbit/s por flujo de dato, pero si hacemos uso de 1024QAM, podremos conseguir hasta 540Mbps por flujo de datos. Además, teóricamente podrías alcanzar tasas de 2100 Mbps empleando 4 antenas. En este caso, un ejemplo de router WiFi AC sería el FritzBox 7590.

Por último, mencionar el estándar 802.11ax que está diseñado para operar en las bandas de 2.4 GHz y 5 GHz. También es conocido como WiFi 6. En este caso, tenemos diferencias bastante importantes respecto a los anteriores estándares, ahora tenemos MU-MIMO bidireccional para aumentar el rendimiento global de la red, OFDMA para permitir la conexión de múltiples dispositivos y transmitir simultáneamente sin pérdida de velocidad, funciones de ahorro de energía, BSS Color para mitigar las interferencias de las redes Wi-Fi colindantes, e incluso disponemos de alto más de velocidad inalámbrica. Además, en la banda de 5GHz disponemos de 160MHz de ancho de canal, para conseguir velocidades de hasta 4.8Gbps con cuatro antenas. Este estándar es el presente y futuro de las redes Wi-Fi actuales, y muy pronto veremos de manera masiva routers de operadores que usan el Wi-Fi 6 o también conocido como 802.11ax.

Cunado hablamos de los 2 WiFis, uno de ellos son las redes de 2.4GHz. Siguiendo el hilo de los estándares que explicamos anteriormente, estos serían básicamente los que pueden operar en nuestro router en la banda de 2.4 GHz:

Dependiendo del estándar utilizado, tendremos una mayor velocidad o una menor velocidad, debemos recordar que podemos conseguir velocidades entre 11Mbps del estándar 802.11b, y hasta 1148Mbps del estándar Wi-Fi 6. Actualmente, que queden operando exclusivamente en la banda de 2.4 GHz (nada de 2 WiFi) quedarían dos clases de equipos:

En este sentido, cabe señalar que sería muy extraño encontrar una casa con router que no cumpliera con el estándar 802.11n como mínimo, aunque lo más normal hoy en día es que soporte el estándar Wi-Fi 5 (802.11ac).

Los inconvenientes de esta banda de frecuencias es que sólo podremos usar los canales del 1 al 13. La banda WiFi de 2,4 GHz trabaja desde los 2.412 MHz (canal 1) hasta los 2.472 MHz (canal 13), y tendríamos un nuevo canal cada 5 MHz, cada red Wi-Fi ocupa 20MHz de ancho de canal, o 40MHz de ancho de canal, por lo que estaríamos ocupando todo el espectro electromagnético disponible.

Al tener tan pocos canales, va a provocar que tengamos muchas interferencias con las redes de nuestros vecinos. Ya que, por ejemplo, en una gran ciudad tendremos muchos vecinos cada uno con su Wifi de 2.4 GHz. Además, las redes Wi-Fi de 2.4GHz llegan más lejos que las redes de 5GHz, por lo que sufriremos de aún más interferencias y pérdida de paquetes. La elección del canal Wi-Fi es crítico en esta banda de frecuencia, aunque normalmente los routers tienen activado un modo «Auto» que se encarga de analizar las redes Wi-Fi de nuestro alrededor, y seleccionan un canal automático óptimo, a partir del estándar Wi-Fi 4, esta opción está disponible en la gran mayoría de routers.

Lógicamente, al tener poco ancho de canal y muchas interferencias, el principal inconveniente de las redes de 2,4 GHz es que la velocidad de conexión que podemos alcanzar es muy inferior a la de 5 GHz. En general podríamos tener una velocidad máxima media de unos 100 Mbps.

Respecto a los que tienen banda de 5 GHz o Wifi 5G emplean el estándar 802.11n si es muy antiguo el router, o directamente el 802.11ac si es de los actuales. Actualmente ya hay routers con Wi-Fi 6, pero aún los operadores no han dado el paso para proporcionárselos a sus clientes, aunque es cuestión de tiempo que sea una realidad. Por norma general, hay que señalar que estos routers WiFi 5G, son doble banda por lo que también tienen WiFi 2.4.GHz.

Uno de los puntos más positivos de estas redes Wifi de 5 GHZ es que tienen más canales disponibles, y 80MHz o 160MHz de ancho de canal, por lo que conseguiremos altas tasas de transferencia inalámbricas. Por este motivo con un smartphone moderno que soporte las redes de 5 GHz podemos obtener velocidades superiores a 500 Mbps. Recordad que en una de 2.4 GHz la media está sobre los 100 Mbps.

Una forma de comprobarlo seria con la app gratuita test de velocidad.

Sin embargo, las redes de 5 GHz por la frecuencia en la que emiten, tienen un inconveniente y no es otro que soportan peor la distancia. Cuando sales de la habitación donde está el router empieza a bajar la señal radicalmente. Las paredes y los espejos son los grandes enemigos de este tipo de redes.

Algunos de vosotros os preguntaréis por qué tenemos 2 redes WiFi. Más de uno pensaría que con la red de 5 GHz que es más rápida tendría suficiente. Sin embargo, si se piensa detenidamente encontramos dos razones fundamentales por las que necesitamos tener 2 WiFis:

Una razón de compatibilidad puede ser porque tengas un portátil de calidad que no soporte la red de 5 GHz porque tiene una tarjeta Wi-Fi antigua. Supongamos que para lo que lo usas es suficientemente potente y no tienes por qué comprar otro. También tendríamos que hablar de los smartphones, aunque los de gama alta soportan ambas bandas desde hace bastantes años, los de gamas inferiores no lo hacen. No obstante, los de gama media-alta que compras por precios cercanos a los 300 € lo soportan, pero todavía hay modelos que no lo hacen.

Por ejemplo, mucha gama media baja de teléfonos de hace dos años sólo pueden conectarse a la banda de 2.4 GHz en los modos b / g / n. Otra situación que hay que considerar que actualmente en 2020 siguen presentándose móviles que sólo pueden conectarse a redes 2.4G. Se trata de móviles de gama de entrada que cuestan sobre 100 €. Como veis, ya simplemente por compatibilidad, merece la pena que existan los routers de doble banda, afortunadamente para nosotros esa es la tendencia.

Ahora vamos a tratar la gran virtud que nos ofrecen las redes de 2.4 GHz. Eso no es otra cosa que nos permiten tener una distancia mayor con el router aunque perdamos velocidad. Por ejemplo, puede darse el caso de que en una zona no tengas WiFi 5 disponible, pero sí puedas usar tu red de 2.4 GHz. Un caso práctico, también pueden ser el uso de dispositivos IoT (enchufes inteligentes, cámaras IP, detectores de movimiento y otros aparatos de domótica), la gran mayoría de ellos se conectan solamente a las redes de 2.4 GHz. Una razón es que requieren poco ancho de banda, y la otra es que la distancia del router a las que lo puedes colocar es bastante superior.

En algunas ocasiones los routers Wi-Fi son doble banda simultánea, pero no veremos dos redes Wi-Fi diferentes cuando nos vamos a conectar con nuestro móvil u ordenador. El motivo es que el router está configurado internamente con un único SSID (nombre de red Wi-Fi) que es compartido por ambas bandas de frecuencia (2.4GHz y 5GHz). Esta característica se suele denominar «Band-steering», pero los fabricantes también lo denominan como «Smart Connect». Cuando tenemos habilitado el Smart Connect o el band-steering, el router emitirá en ambas bandas de frecuencias WiFi simultáneamente, pero con el mismo SSID y contraseña. Esto es un aspecto muy positivo, porque, dependiendo de dónde se encuentre el cliente, la cobertura recibida, el número de clientes conectados a cada banda de frecuencias e incluso a la velocidad máxima de sincronización del dispositivo, el router automáticamente nos situará en una banda de frecuencias o en otra.

Normalmente los fabricantes no permiten configurar el comportamiento de band-steering, sin embargo, fabricantes como ASUS con su firmware Asuswrt sí permite configurar de forma avanzada el comportamiento del band-steering, de esta forma, podremos configurar tanto el umbral de cobertura WiFi en 5GHz a partir del cual forzaremos al cliente a conectarse a la banda de 2.4GHz, e incluso también podremos forzar la posibilidad de que los clientes lentos o que tengan poca cobertura se conecten siempre a la banda de 2.4GHz que es más lenta que la de 5GHz, con el objetivo de no perjudicar a los clientes inalámbricos más rápidos que siempre se conectarán en 5GHz.

Una parte negativa del band-steering, es que el propio cliente inalámbrico no podrá diferenciar entre las dos bandas de frecuencia. Imaginemos que tenemos una cámara IP que es compatible con las bandas de 2.4GHz y 5Ghz, pero, sin embargo, nosotros queremos configurar solamente la banda de 2.4GHz porque no dará una mejor cobertura. Debemos tener en cuenta que en una cámara IP no necesitamos un gran bitrate, por tanto, no necesitaremos un gran ancho de banda. En este caso, la cámara se podrá conectar erróneamente en la banda de 5GHz y tener poca cobertura, algo que con las redes WiFi separadas en bandas de frecuencias no ocurriría. El mismo caso lo tenemos en algunos dispositivos de seguridad como sensores de movimiento, detectores de humo y más, es posible que al tener activado el «Smart Connect» tengamos problemas al conectarnos a la red inalámbrica WiFi de 2.4GHz porque nuestro smartphone está conectado a la banda de 5GHz, y para la configuración es necesario estar en la misma red inalámbrica (y banda de frecuencias). En este caso lo único que podemos hacer es desactivar el band-steering, configurar el dispositivo en 2.4GHz, y posteriormente volver a activarlo sin cambiar el SSID ni la clave.

Tal y como habéis visto, tener las dos bandas de frecuencias con 2 redes WiFi es necesario, cada banda se debe usar en función de sus necesidades en cada momento. Así la convivencia de ambos nos ofrece más posibilidades.

Como has podido ver, existen dos bandas del Wi-Fi que son ampliamente utilizadas hoy en día. Si utilizas un router moderno, vas a tener dos opciones para navegar. Eso va a hacer que te hagas una pregunta: ¿qué banda del Wi-Fi conviene utilizar? Y lo cierto es que no hay una mejor o peor, ya que cada una va a tener sus puntos positivos y negativos. No obstante, una vez conozcas las ventajas y desventajas de la banda de los 5 GHz y 2,4 GHz te quedará más claro cuál usar.

En primer lugar vamos a hablar de la banda de los 5 GHz y sus puntos positivos. El principal es que va a ser la más veloz. Es la que ofrecerá la máxima velocidad de Internet y va a ser muy útil para usar la nube, reproducir vídeos en Streaming en alta calidad, descargar, etc. Cualquier cosa que necesite de un buen ancho de banda.

También es una ventaja el hecho de que tenga menos interferencias con otros dispositivos. Esto es así ya que cuenta con más canales disponibles y además no se superponen unos a otros. Es decir, no importa tanto qué canal utilicen tus vecinos, ya que no va a haber tantas interferencias. Tampoco va a verse afectado por aparatos que utilicen una banda próxima a los 2,4 GHz, como son los microondas y otros dispositivos que usan la conectividad Bluetooth.

Respecto a los puntos negativos, el más claro es la distancia; no vas a poder conectar aparatos muy lejos del router, ya que es más sensible a posibles obstáculos y a la distancia entre dispositivos. En este caso no sería una buena opción y deberías buscar una alternativa o mejorar la conexión de alguna forma. Esto hace que sea la red ideal para una oficina o estudio, con equipos que habitualmente están cerca del router, pero no es la más cómoda a la hora de moverse por espacios más grandes.

Otra desventaja es que no hay tantos dispositivos compatibles. Es cierto que cada vez son más, pero si tienes un aparato algo más antiguo posiblemente no puedas aprovechar los 5 GHz. Por lo general si el dispositivo es posterior al año 2016, lo más probable es que sea compatible, por lo cual si son anteriores seguramente tengas que dar uso de la red de 2,4GHZ. Hay una forma de comprobar si este es compatible, y es muy sencilla, para ellos tendremos que conectar el dispositivo a la red Wi-Fi, y una vez conectado podemos ver otras redes disponibles, entonces trataremos de conectarnos a la red 5GHZ, que en algunos router puede estar categorizada con un nombre con «Plus» añadido. Si este se conecta, es compatible, si no, no lo será y tendremos que usar la Wi-Fi con la que ya tenemos conexión.

Por otro lado, la opción alternativa es la de los 2,4 GHz. La principal ventaja es que va a permitir que te conectes desde una mayor distancia. No es tan sensible a posibles obstáculos como pueden ser paredes. Vas a poder conectarte más lejos del router y no tener tantas complicaciones.

Otro punto positivo es la compatibilidad. Vas a tener una gran cantidad de dispositivos que se conectan a esta banda y no tendrás problemas para navegar por Internet. Incluso si tienes un aparato muy antiguo, vas a poder conectarlo a la red siempre que sea compatible con el cifrado de la clave del Wi-Fi, por ejemplo.

Esta frecuencia tendrá mejoras significativas con Wi-Fi 6. Esta fue introducida en 2019 y se aprobó en 2020. Lo que harán estas mejoras es conseguir una mayor cobertura y alcance de la red, en lo que a espacios saturados se refiere. Por lo cual nos ayudará cuando estén conectados muchos dispositivos en la misma red. Esto ocurre gracias a la modulación 1024-QAM, que destaca en ambas frecuencias otorgando una velocidad de transmisión de datos mayor que los estándares anteriores. Por otro lado, la latencia será mejor, y obtendremos beneficios en cuanto a la seguridad, ya que con esta podremos usar el protocolo WPA3 para las contraseñas.

Respecto a las desventajas, la más evidente es la velocidad. No ofrece una velocidad tan elevada como los 5 GHz y eso puede ser un lastre importante si, por ejemplo, necesitas descargar grandes archivos de Internet. Vas a tener problemas y las limitaciones pueden ser importantes. Si nos vamos a los ámbitos del consumo de contenidos como el streaming, esta puede darnos más problemas a la hora de reproducir ciertas calidades como puede ser el 4K o UHD online.

Además, va a haber más interferencias. Puede que tus vecinos estén usando un canal muy próximo al tuyo y eso suponga problemas para navegar por Internet a través de la banda de los 2,4 GHz correctamente. Incluso puedes tener otros dispositivos en casa que usen esta frecuencia y también afecte a la conexión.

En definitiva, como has podido ver elegir una banda u otra va a depender de las circunstancias. En líneas generales, con una situación óptima, lo mejor será usar la banda de los 5 GHz. Pero en otras ocasiones, de cara a evitar problemas, lo ideal puede ser usar la de los 2,4 GHz. Esto cobrará mucha más importancia con la llegada de el Internet de las Cosas, donde se multiplicarán los dispositivos conectados a la red.