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Las altas temperaturas provocadas por las continuas olas de calor de este verano pueden afectar de manera considerable el correcto funcionamiento del router. Si percibes que la conexión inalámbrica Wi-Fi que contrataste para casa se ha ralentizado estos meses, puede que el clima esté afectando a la velocidad de conexión.

Los componentes del router pueden verse afectados cuando la temperatura supera un límite que estos no pueden enfrentar. El router está diseñado para funcionar de manera óptima en un rango de temperatura concreto. Sin embargo, por debajo o por encima de este, comenzará a fallar. 

Desde ANOVO, compañía de servicio postventa en tecnología, explican que "puede ocurrir que simplemente notes una pérdida de velocidad y de rendimiento, incluso puede ser casi imperceptible, pero también podría ocurrir que notes cortes continuos o que te quedes sin conexión de vez en cuando y tengas que apagar el aparato". Añaden que "los componentes pueden sufrir por el calor y eso hace que la vida útil se acorte".

Una persona sostiene un router

Las tres principales causas por las que percibes que la conexión Wi-Fi se ha ralentizado durante este caluroso verano son las siguientes:

Dependiendo de cuál sea nuestro apartamento de vacaciones, puede que nos topemos con ciertos problemas a la hora de conectarnos a nuestra conexión Wi-Fi. La compañía ANOVO aconseja seguir estas instrucciones para ponerle solución y que una mala conexión no nos arruine las vacaciones:

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